III. PUERTOS Y TERMINALES PESQUERAS

EL DESARROLLO de las instalaciones y servicios en puertos y terminales pesqueras constituye una característica importante en la evaluación de las industrias pesqueras en pequeña escala, para así poder alcanzar niveles más altos de producción y comercio. La centralización de estas instalaciones permite que se puedan proporcionar, de una manera económica, servicios esenciales tales como el atraque, la manipulación del pescado, el suministro de los elementos necesarios para las faenas de pesca y la conservación y reparación de las embarcaciones.

Las instalaciones y servicios centrales en un solo lugar ayudan además a conseguir una mayor eficiencia en el procesamiento de los pescados y mariscos, en la elaboración y distribución del pescado a granel y en la comercialización de todos los productos.

También es importante incrementar las instalaciones y servicios portuarios para atender las embarcaciones pesqueras de mayor tamaño y dar servicio a un número más grande de las que pueden alojarse en pequeños centros costeros. Igualmente llevan aparejada la necesidad de centralizar el pescado y construir mercados para la comercialización al menudeo de todos los productos desembarcados, provenientes de un gran número de embarcaciones chicas o de otros centros pequeños de desembarque.

Al considerar el establecimiento de los puertos y terminales pesqueras, se debe tomar en cuenta que su ubicación tiene que decidirse de acuerdo con los planes de desarrollo tecnológico que tenga el país, las características físicas, tanto como los factores económicos.

Entre las características físicas y geográficas, se considera que el lugar escogido tenga condiciones adecuadas de abrigo para los barcos, que la profundidad del agua sea suficiente para la navegación de las embarcaciones con las que se trabajará en la terminal, que las mareas y la dirección del viento sean favorables para la maniobra de estas embarcaciones, que la sedimentación en el área sea mínima y que las comunicaciones por tierra sean suficientes tanto por carretera como por ferrocarril.

Para lograr las condiciones de abrigo que un puerto necesita, la existencia de factores naturales favorables, como las bahías, las ensenadas, las lagunas costeras, etc., facilita grandemente la construcción y hace menor el costo total de la obra; como por ejemplo, el puerto piloto de Alvarado, Veracruz, que está construido dentro de la laguna del mismo nombre.

La acumulación de fango y otro tipo de sedimentos, debida a las corrientes, se tiene que conocer perfectamente desde que se elaboran los planos de construcción del puerto, por medio de estudios de la dinámica costera realizados por especialistas para evitar que en los años posteriores se presenten problemas de azolve que harían a la terminal pesquera económicamente incosteable.

Existen varias consideraciones de tipo económico que con frecuencia están directamente relacionadas con los factores geográficos, como son la distancia de la terminal hasta las áreas de pesca, la clase y el número de embarcaciones que albergará la terminal, el volumen de los desembarques, las zonas de comercialización y la disponibilidad de terreno existente.

Los países con embarcaciones pesqueras que actúan en aguas próximas a la costa necesitan contar con puertos y terminales pesqueras cercanas a su "área de pesca" con el fin de dedicar mayor tiempo a la captura y asegurar que sus productos lleguen al puerto en las mejores condiciones para su procesamiento; esto es más evidente para las embarcaciones pesqueras más pequeñas. Sin embargo, como resultado del reciente desarrollo de las flotas pesqueras de altura, o sea, las que operan lejos de la costa, y de los adelantos tecnológicos, como la congelación del producto, la distancia hacia las áreas de pesca está perdiendo importancia como factor determinante en la localización de los puertos y terminales pesqueras.

Esto se muestra claramente, por ejemplo, en el caso de los grandes arrastreros que operan desde Bromerhavon en la República Federal de Alemania, en aguas situadas a 2 000 millas o más de este puerto, y en el de los atuneros con base en Tokio, equipados con elementos para la congelación rápida, que pescan en el Pacífico sur o en el océano Índico.

El reciente perfeccionamiento que se ha experimentado en los barcos-factoría, ha colaborado a que el área de pesca pierda importancia; así, el puerto de Grinsby, en la costa oriental de Inglaterra, se estableció inicialmente para prestar servicio a las embarcaciones que operaban en el cercano Mar del Norte, pero al desarrollarse una flota que cada vez se adentraba más en el océano Atlántico, su situación perdió la especial importancia que tenía.

A medida que los barcos son más grandes y aumenta el radio de sus actividades pesqueras, pueden prescindir de sus puertos bases en favor de otros más convenientes para realizar su desembarque y en los que obtienen mejores precios por sus capturas.

Los cambios oceanográficos modifican la situación de los caladeros donde se realiza la captura, observándose que cuando los barcos son de mayor tamaño, tienen mejores condiciones para seguir a los peces hasta lugares más lejanos en sus migraciones estacionales. Se sabe que los barcos del puerto pesquero de Chikura, en Japón, desembarcan en otros puertos una cantidad de pescado tres veces mayor de la que desembarcan en el propio Chikura.

Con todo esto se demuestra el valor que tiene el considerar, en los planes generales para el desarrollo de un país pesquero, las características que deben tener sus puertos en relación con la clase y número de barcos a los que ha de servir; así como el volumen de los desembarques y las áreas de pesca, no sólo por lo que respecta al presente sino con vistas a las posibles evoluciones futuras.

También se tiene que tomar en cuenta la "zona de comercialización" corno un factor para la localización de una terminal pesquera, así como el tipo de producto que se va a distribuir, ya sea fresco o elaborado.

Los recientes adelantos del proceso de la congelación, la preparación del pescado en filetes y la evolución gradual del gusto de los consumidores para aceptar estos productos, han cambiado las características para su distribución, por lo que es necesario contar con zonas cercanas a la terminal para comercializar los productos y la presencia de una red de transporte adecuada para hacerlos llegar a los mercados; por ejemplo, el pescado congelado desembarcado de Tokio a Hong Kong que se vende al por mayor, es transportado y vendido por minoristas en todas las ciudades cercanas a estos puertos, o el atún congelado y desembarcado en Cabo San Lucas, Baja California, es enviado principalmente a los Estados Unidos.

Esbjerg, en Dinamarca, y Tokio, en Japón, son ejemplos de puertos pesqueros y de mercados de venta de pescado al por mayor, los cuales tienen además redes de distribución altamente perfeccionadas. Llegan a ellos enormes cantidades de pescado, teniendo un desembarque anual, en Esbjerg, de más de 200 mil y en Tokio de 540 mil toneladas, no sólo de los barcos pesqueros, sino procedentes del transporte por tierra de otros puertos de desembarque para enviarlos a todo el país.

En estos puertos, el mercado de venta al por mayor es el lugar de reunión de inmensos factores de oferta y demanda, y el precio se determina a diario o, incluso, cada hora, e influye enormemente en los precios del pescado en el mundo.

La disponibilidad de terreno puede ser otro problema tanto material como económico, para los planes de construcción de una terminal pesquera; para ello es muy importante calcular el número y tamaño de las embarcaciones, así como el número y volumen de los desembarques que se espera se realicen cuando se termine la construcción.

Se deberá tener también en cuenta el desarrollo futuro de la industria pesquera en general y el estímulo que los propios puertos y terminales pesqueras ejerzan en toda la industria al aumentar la captura y su venta, lo que se traducirá en un aumento de los barcos y en la ampliación de las instalaciones y servicios en tierra que hacen falta para enfrentar las necesidades de una industria en desarrollo.

Por lo anterior, al programar una terminal pesquera se considera la disponibilidad de terreno para evitar la falta de espacio e incrementar las instalaciones y servicios, debiendo dejar un margen para los trabajos de ampliación futuros. También puede ocurrir que la construcción de las distintas instalaciones y servicios tenga que hacerse por etapas de acuerdo con las necesidades del país.

Una vez seleccionado el lugar, el siguiente problema es decidir el tipo y tamaño de las instalaciones y servicios que hacen falta para el manejo adecuado de los productos.

La capacidad de desembarque y el equipo necesario de un puerto pesquero varían de acuerdo con el tipo y número de barcos, los cuales pueden ser de vela, motorizados, embarcaciones de 30 metros de longitud y mayores, y de acuerdo con el número de desembarques que se esperan en el año, por temporada y por día. Las fluctuaciones estacionales del número y volumen de los desembarques pueden constituir un factor difícil de calcular, ya que no sólo deben conocerse las necesidades actuales sino también su posible desarrollo futuro.

Figura 9. Maniobra de desembarque en el puerto de Acapulco, México.


El examen de estos factores ayuda a determinar los tipos y el tamaño de las instalaciones portuarias y de tierra, tales como muelles, locales de venta y explotación, fábricas de hielo, cámaras frigoríficas, distintos centros de elaboración, estaciones de suministro de combustible, talleres de reparaciones, estaciones de ferrocarril y otras instalaciones y servicios.

La forma en que se comercializa el pescado puede depender tanto de las especies de pesca como del gusto de los consumidores, ya que es posible que éstos prefieran ciertas clases de productos elaborados; por ejemplo, en Brownsville, Estados Unidos, y en Campeche, México, el puerto y el mercado de venta al por mayor están dedicados casi totalmente a los barcos camaroneros, consumiendo el 70% de las capturas en forma pelada, desvenada, empanizada, sometida a congelación rápida, y el 30% se empaca en fresco sin cabeza, y por supuesto todo ello influye en las características de las instalaciones portuarias.

En Chikura, Japón, existen 31 centros de elaboración en la zona del mercado dedicados a la cocción, secado y salazón, que representa el 90% de la pesca total desembarcada. El puerto de Vancouver, que envía productos elaborados a todo Canadá, Estados Unidos y Europa, tiene fábricas para enlatar salmón, congelar y hacer filetes de lenguados.

Los métodos de venta de los productos del mar también caracterizan el tamaño y tipo de puerto y terminal pesquera. En los mercados pesqueros al por mayor, el método normal de venta es la subasta. El tamaño de las salas de subasta dependerá del volumen de los desembarques y del número de participantes que se espera tomen parte en ella.

En Tokio se subastan más de 2 000 toneladas de pescado al día, por los consignatarios, a unos 1 500 mayoristas, los cuales, a su vez, lo comercializan en cantidades más pequeñas en un precio negociado a 20 mil minoristas que lo adquieren para venderlos al por menor en todas las pescaderías de la ciudad; por ello, este puerto dispone, además de las salas de subasta, de un espacio para almacenar los productos congelados, y locales de venta para el uso de los mayoristas y de los minoristas.

El tipo y disposición de las distintas instalaciones ejercen gran influencia en la eficacia de sus operaciones; por lo general, el pescado de desembarco en el muelle se clasifica y se lleva a la sala de subastas, después se hacen cargo de él los mayoristas y los minoristas, quienes lo procesan para mandarlo a diferentes sitios, que pueden ser las cámaras frigoríficas, las fábricas de elaboración y frecuentemente otras ciudades adonde se envían por ferrocarril o por carretera en transportes equipados con congeladores, para su venta ulterior.

Figura 10. Subasta de pescado en el mercado de Tokio, Japón.


La Federación Rusa cuenta con 28 puertos pesqueros que funcionan como empresas con movimientos económicos propios y disponen de muelles de gran profundidad para atender la flota adscrita a ellos, almacenes de varios pisos y grandes grúas para la descarga de la captura.

Otros países que tienen puertos y terminales pesqueras importantes son: Japón, Alemania, España, Gran Bretaña, Francia, Noruega y Cuba.

En México se encuentran puertos mixtos, en donde se realiza una serie de actividades distintas además de las pesqueras y sólo se pueden considerar como puertos y terminales en el sentido estricto de la palabra el Puerto Piloto Pesquero de Alvarado, en Veracruz, y el Puerto de Abrigo de Yucalpetén, en Yucatán.

El Puerto Piloto Pesquero de Alvarado se localiza en la laguna del mismo nombre, situada en las inmediaciones de la desembocadura del río Papaloapan hacia el golfo de México. En ella, y para facilitar la operación y el acceso de las embarcaciones, así como para la protección del canal de entrada del mar al puerto, se realizaron obras de dragado del canal de navegación y escollera exterior de defensa. Dicha escollera tiene una extensión de 350 metros y sirve como defensa y protección para el acceso de la embarcación al puerto.

Este puerto de Alvarado dispone de una superficie de 275 mil metros cuadrados; está formado por un muelle de descarga de 150 metros de longitud; un muelle de aprovisionamiento de 250 metros; taller, dársena y cuna para reparación de embarcaciones; instalaciones para manejar varias toneladas diarias del producto; sala de tratamiento para eviscerar, filetear y lavar el pescado; fábrica de harina y aceite de pescado; fábrica de hielo y bodega de almacenamiento para este hielo en bloque, bodegas de refrigeración; planta de congelación; bodegas generales de congelación; planta enlatadora de pescado; planta de secado y salado; y planta de ahumado en frío y caliente.

El Puerto de Abrigo de Yucalpetén, en Yucatán, ubicado a pocos kilómetros del puerto de Progreso, tiene una superficie de 340 mil metros cuadrados en una laguna interior que comunica al mar por un canal de acceso de tres metros de profundidad; sus muelles de atraque son dos, de 301 metros de longitud cada uno; una planta congeladora con capacidad para cinco toneladas diarias y 180 toneladas de almacenamiento del producto congelado.

Los puertos y terminales pesqueras en el mundo están en constante evolución de acuerdo con el desarrollo de nuevos procesos tecnológicos para aprovechamiento integral y racional de los productos que se obtienen de los océanos.

InicioAnteriorPrevioSiguiente