El crecimiento económico en Zacatecas enfrenta obstáculos persistentes. El círculo vicioso de la pobreza se reproduce ante la incapacidad de lograr una combinación del trabajo, el capital, los recursos naturales y el espíritu empresarial capaz de generar las condiciones del progreso.
El medio geográfico impone limitaciones. La mayor parte del territorio zacatecano presenta clima seco, con recursos hidrológicos escasos, suelos pobres y erosionados, lo que impone fuertes restricciones a la agricultura. La existencia de amplias llanuras con pastizales naturales ha llevado a pensar durante mucho tiempo que la ganadería debe ser la actividad económica preponderante en el agro zacatecano.
Sin embargo, ambas concepciones deben ser matizadas. No hay justificación al énfasis excesivo en el condicionamiento geográfico. Hay ciertas regiones que ofrecen oportunidades a la agricultura, mismas que se amplían mediante la incorporación de los avances de la ciencia y la tecnología. Y, por el contrario, en algunas regiones del estado los suelos pedregosos y las pronunciadas pendientes impiden el desarrollo de la ganadería, al menos la bovina y la ovina.
Las enormes desigualdades entre la población y sus regiones es también explicable por las políticas erráticas o poco afortunadas de algunos de sus gobernantes.