DESDE FINES DEL SIGLO XVII
se empez� a ver mayor movimiento en las costas de Nueva Galicia en virtud de que las autoridades espa�olas empezaron a interesarse en asentar sus reales en tierras norte�as a�n no colonizadas y propiciar viajes en tal direcci�n. La idea era oponerse a ingleses y franceses y, m�s tarde, a los rusos que quer�an participar de las riquezas de los litorales americanos en el Pac�fico. S�lo que la penuria del erario real imped�a sufragar nuevas incursiones, por lo que el gobierno acepto las condiciones de la Compa��a de Jes�s para emprender la colonizaci�n del Nayar, Sonora y la pen�nsula de Baja California.
Esta empresa tuvo repercusiones muy importantes en la vida de la regi�n, ya
que de �sta partieron y se abastecieron las expediciones de los jesuitas y,
a su expulsi�n por orden de Carlos III en 1767, tambi�n de los franciscanos.
De esta forma la a�eja marginaci�n de Nueva Galicia empez� a cambiar en los
albores del siglo XVIII
, para convertirse as� en una zona de tr�nsito
obligado hacia el noroeste que favoreci� un florecimiento importante de la zona.
El eje Guadalajara-Tepic-San Blas lleg� a ser fundamental en el devenir econ�mico
de la comarca por la cantidad de mercanc�as y gente que ve�a ir y venir.